lunes, 9 de mayo de 2011

Músicos Sociales

Por el profesor Jorge Centeno*

Muchas veces nos preguntamos ¿Cuál es la función del músico en la sociedad? Y desde ya que empiezan a surgir respuestas en múltiples direcciones. Pero cuando escuchamos a artistas como Miguel Ángel Estrella, quien el pasado sábado 16 de marzo visitó la ciudad de Córdoba en el marco del Programa Derecho a la Cultura que lleva a cabo  la Secretaría de Extensión de la UNC, se nos presentan nuevos horizontes y alcances de nuestra actividad, que están más ligadas a los Derechos Humanos, y a funciones de ayuda humanitaria.
            En aquella oportunidad se organizó una charla debate con este distinguido pianista tucumano, que giró en torno al rol que como Embajador de Buena Voluntad en la UNESCO, desarrolla desde 1980. Estrella luchó toda su vida por el acceso a la música de las clases sociales más desfavorecidas. Para poder llevar adelante estas inquietudes, creó la fundación “Música Esperanza” cuyos objetivos son facilitar el acceso a la música, crear lazos entre las diferentes comunidades y defender la dignidad humana. También pudimos escuchar distintas experiencias surgidas a partir de la formación de  la Orquesta para la Paz, integrada por 45 jóvenes músicos de origen judío y musulmán, con la misión de bregar por la unidad y la pacificación de esa región que se encuentra en permanente conflicto bélico.
            Pero sobre todo queríamos destacar la realización de un antiguo proyecto del músico, que trata de la formación de “Músicos Sociales”, cuyo principal objetivo, es el de poder formar músicos que estén preparados para llevar adelante proyectos educativos y culturales en contextos de marginalidad, como los son las cárceles, los sectores más humildes de la sociedad, o los Hospitales Neuropsiquiátricos, por citar a algunos. “En los tiempos en que vivimos -explica- nos hemos vuelto muy individualistas y la ausencia de proyectos colectivos no ayuda. Creo que es necesario formar artistas con espíritu social. Cuando yo iba al conservatorio se buscaba ser genio o ser rico y famoso, todas cosas que dañan el alma del ser humano y estimulan la competencia absurda entre colegas”. Profundizó sobre todo en el tema de lo necesario que es formar músicos capacitados para trabajar en estos contextos, ya que veía a menudo, como se frustraban los trabajos de los tallerístas de Música Esperanza, por carecer de formación pedagógica, antropológica y sociológica a la hora de abordar este tipo de trabajos.
            No fue fácil encontrar financiadores para el proyecto de “músicos sociales”. Pero después de mucho andar, una fundación suiza se hizo cargo. “Diplomamos 30 jóvenes, 28 son aborígenes, chicas y chicos que eran agricultores. Hoy todos tienen trabajo. Nuestra filial más fuerte está en Tilcara  (Quebrada de Humahuaca), en el norte de Argentina”, cuenta. 
            Un proyecto parecido se está por implementar junto con las Madres de Plaza de Mayo en la ESMA, la Escuela de Mecánica de la Armada que funcionó en Buenos Aires como un campo de detención y tortura de los militares de la dictadura y ahora transformada en un museo. Se está organizando una escuela y un taller experimental de música para niños maltratados, contó Estrella.
            El proyecto de formación de Músicos Sociales, está por ser acuñado en la Universidad de La Plata, y al parecer habría otras instituciones educativas en la Argentina que se interesan por dictar esta tecnicatura. 

* El profesor Jorge Centeno es profesor titular de Bajo en la TSI y titular a término de la cátedra Composición I correspondiente al Espacio de Definición Institucional del Profesorado de Música.