miércoles, 31 de mayo de 2017

Un camino

Yamila Echegaray - Lucila Livadioti - Dante Adamik

Cuando la profe nos propuso hacer nuestra práctica, nos interesamos particularmente por la “enseñanza musical en educación especial”.
Inmediatamente, conseguimos un Centro de Día llamado “Un Camino”.
Al principio, no sabíamos que nos esperaba…comenzaba una nueva experiencia.
Un Camino es una asociación civil sin fines de lucro que a la mañana funciona como Centro de Día y por la tarde como Centro de Salud. El nombre nace con sus fundadoras que veían a la asociación como una alternativa, un camino educativo y terapéutico para el desarrollo de niños, jóvenes y adultos, en donde el aprendizaje en la interacción social tiene un rol fundamental.
Originalmente el trabajo se orientó hacia “Talleres de Expresión”, que permitieran ejercitar algunas habilidades y capacidades. Hoy en día, Un Camino se construye como un espacio de creación colectiva desde distintas aéreas, con el propósito de que todos los presentes puedan transferir logros y aprendizajes en las actividades grupales.
Nosotros como grupo llegamos para observar y ahora nos sentimos partícipes del taller de percusión. Fuimos recibidos amable y generosamente por todos, profes y concurrentes. Aprendimos la importancia del trabajo en grupo y del abordaje inter disciplinario que hacen los profes en los talleres. Nos llamó la atención la manera en que se puede construir una propuesta educativa para acompañar las capacidades diferentes. Entramos al espacio de percusión y en este confluían (con modalidad trans-disciplinaria) dos profes de música, un ayudante terapéutico, una fonoaudióloga, entre otros profesionales. Ellos se apropian de sus prácticas, las piensan, las viven juntos y las comparten.
Los jóvenes/adultos hacen música, aprendiendo los ritmos y las melodías. Ellos y ellas son los protagonistas, tocan y bailan con mucha alegría.
Así nosotros, nos sentimos muy queridos por ellos, que a veces nos cuentan algo, nos piden ayuda o nos hacen alguna pregunta. Y esta relación que se abrió hace unos meses, hoy es en nosotros experiencia, transformación.
Nos pareció hermosa la manera en que trabajan en el Centro de Día, un proyecto que es de todos y en el que están siempre dispuestos a acompañar, acogiendo con calidez y seriedad a todos los niños, jóvenes y adultos reconocidos en sus derechos y confiando en sus capacidades.

Seguir Cantando


Octavio Calderon - Juan Giri - Belén Monti - Federico Acevedo



Te lo cuento así:
Anoche te quedaste viendo una película de ficción, de esas en el que el personaje regresa en el tiempo. Terminaste, te acostaste a dormir y escuchaste música de afuera. Hasta ahí todo normal. Hoy te levantaste y saliste a la calle con el fin de siempre, pero cambiaste el rumbo. Venías por Cañada y en lugar de seguir, doblaste por Lavalleja. Y ahí, exactamente al 65, viste entrar a un grupo de gente mayor. Sin darte cuenta, de pronto estabas mirando el marco de bronce de la entrada, tratando de deducir a qué concurría esa gente.
¿Qué fue lo primero que pensaste? En la película de anoche. Fantaseaste con esos abuelos volviendo en el tiempo y te decidiste a entrar.
-Este es el coro seguir cantando.- Te dijo una voz potente y dulce, escondiendo una sonrisa detrás de un par de lentes aéreos. Volviste la vista y para tu sorpresa viste a una mujer joven, vestida de manera informal, parada en el centro del salón.
En ambos laterales, mujeres de pié. Algunas conversando, otras observándote de manera casi maternal. De frente a vos y de pié, erguidos, casi como quien se jacta de su cuerpo esbelto y firme, una serie de hombres, también sonrientes y charlatanes.
Inclinaste la cabeza como saludando respetuosamente, y poco a poco te fuiste olvidando de la postura que tenías, qué pensabas o adónde ibas.
Ellos ya habían movido sus cabezas lentamente, controlado su respiración. Habían hecho lo que aquella joven mujer les había indicado... “Calentamiento” o “vocalización”. ¿Importa el término? Vos no estás ahí por eso. Te cautivó la forma en la que se expresaban y se reían, se hablaban y respetaban. Y como si eso no alcanzara para transportarte a otro lugar, también cantaron. Con pasión, con sentimiento. Ponían el alma en cada verso. Se equivocaban, se corregían y volvían a entregar el alma, a compartirla.
Ellos aprendían y vos aprendiste también que no te las sabes a todas, que te queda un montón de viaje por delante.
Terminaron de cantar y ya con las almas compartidas y hechas una sola, recordaron a otros que no estaban. Los traían con anécdotas. Casi que pudiste verlos en esos recuerdos. Casi, casi que los extrañaste. Pensaste en tus viejos, tus abuelos y tu infancia.
Te agradecieron por estar ahí, te invitaron a volver el próximo miércoles a las 15:30 para que te animes a cantar y a sumarte a ese colectivo de almas.
Sonreíste, volviste a inclinar la cabeza con el mismo respeto, pero ahora a manera de despido. Volviste a sonreír y te fuiste sabiendo que tenías cita obligada para la próxima semana, para volver a ver y escuchar a Alejandra, a Chiche, a Armonía y a todos.
¿Viste? Al final no te equivocabas, como en la película de anoche, ellos volvieron atrás en el tiempo.

Cada vez más cerca

Matías González - Ismael López - Cristian Tirri



Entre vientos y montañas de nuestras sierras cordobesas existe una pequeña fábrica de sueños.




Así comienza nuestra historia posicionándonos como futuros profesores de música…

Este rincón musical que encontramos, nos dió entrada a un nuevo mundo en el cual intentaremos proyectarnos y presentarles ahora a ustedes.
18/08/16 fue nuestra primera visita al Taller Musical Bambinos de la Calera… 
Nos encontrábamos subiéndonos a un colectivo pensando acerca de qué nos esperaría al llegar a este lugar. Nervios e intrigas eran nuestros acompañantes, ahora estábamos siendo nosotros quienes emprendíamos un nuevo camino, un camino acompañado de grandes personas que nos apoyan día a día. 
En nuestra primer visita conocimos alumnos de distintas edades y con diversas capacidades que luego nos fueron sorprendiendo clase a clase. Y de una cierta incomodidad en las observaciones fuimos trazando recorridos que fortalecieron vínculos favorables entre todos.
Estar allí, escucharlos, conversar con ellos nos hizo darnos cuenta de algo muy importante. Algo nos identificó directamente con los alumnos, nos veíamos reflejados en ellos, en esa infancia que nos abrazaba en nuestra propia niñez… 
Casi como el reflejo de nuestro espejo, veíamos a esos niños expresándose libremente a través de sus canciones y en una imagen especular nos proyectábamos en el lugar de esos docentes propiciando ese espacio. 
El trabajo de hacer y construir una mirada etnográfica pasó a ser parte nuestra. Nos encontrábamos trabajando con este pequeño grupo con unas ganas inexplicables y el afecto y el gran salto de confianza, hizo que pudiéramos comprometernos e involucrarnos con la tarea que en este primer año de nuestra formación se nos solicitó.
Esta práctica nos permitió orientarnos, comprender, elegir, y por sobre todas las cosas disfrutar de los momentos. A partir de esto nos empezó a generar un amor por dentro que nos está motivando a seguir con esta carrera.
Las posibilidades de enseñar haciendo, de transmitir y compartir pasión no te las puede quitar nadie, por eso nosotros tomamos con mucha importancia esta idea y vinimos hoy a compartirla con ustedes.